Es importante desmitificar las vacunas, conocer su importancia y atender al plan de vacunación adecuado para tu hijo, por eso te comparto una guía esencial que como padre puedes seguir.
Las vacunas, después del agua potable son la medida de salud pública más efectiva en el control de enfermedades infecciosas y la prevención de muertes asociadas a las mismas.
A pesar de que el transcurrir de los años nos ha demostrado lo efectivas que son, alrededor de ellas se tejen una gran cantidad de mitos y desinformación que carecen de respaldo científico y que en muchos casos llevan a los padres a tomar decisiones equivocadas.
Mitos de las vacunas
Quiero compartir contigo algunos de los mitos más conocidos alrededor de las vacunas, es importante que los revises y leas de acuerdo a tus vivencias.
Recuerda que lo más importante es cuidar la salud de tu hijo a través de la prevención y parte de esto, lo cumplen las vacunas.
Veamos entonces, desmitifiquemos las vacunas a través de esta guía esencial para padres
- Es mejor contraer la enfermedad que recibir la vacuna: contraer la enfermedad puede tener complicaciones e incluso ocasionar la muerte.
- Las vacunas están diseñadas para la prevención de enfermedades sin exponernos a los riesgos de la infección natural.
- Las vacunas debilitan el sistema inmunológico: las vacunas están diseñadas para fortalecer el sistema inmune, enseñándolo a reconocer y combatir patógenos específicos, es decir, proporcionar una respuesta más rápida y eficiente ante las infecciones.
- Las vacunas pueden causar la enfermedad que están destinadas a prevenir: la mayoría de las vacunas utilizan versiones atenuadas o inactivas de los microorganismos y por lo tanto estimulan el sistema inmunológico sin causar la enfermedad.
Algunas vacunas de microorganismos vivos pueden llegar a causar la enfermedad pero son casos extremadamente particulares.
- Las enfermedades han desaparecido, así que no necesitamos vacunas: las vacunas han logrado disminuir de forma importante la circulación de muchas enfermedades pero la amenaza aún existe.
Si la cobertura de vacunación disminuye, las enfermedades prevenibles pueden resurgir.
- Las vacunas causan autismo: numerosos estudios científicos han examinado la relación entre las vacunas y el autismo y no hay evidencia científica que respalde esta afirmación.
- Las vacunas contienen mercurio: algunas vacunas contienen timerosal, una forma de mercurio que se usa como conservante para evitar que bacterias u hongos contaminen las vacunas.
Su cantidad es extremadamente baja y no se ha demostrado que cause daño.
Los componentes de las vacunas son cuidadosamente evaluados y monitoreados para garantizar su seguridad.
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Cumple el esquema de vacunación de tus hijos
Es fundamental basarse en información respaldada por la comunidad científica y consultas con profesionales de la salud para tomar decisiones informadas sobre la vacunación.
La vacunación ha demostrado ser efectiva y recuerda que la protección que confiere no es solo para la persona que la recibe sino para toda la comunidad.
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