Si ha llegado el momento de iniciar la alimentación complementaria, es muy importante que sepas cómo hacerlo, hoy comenzaremos a hablar de cómo iniciar la alimentación complementaria.
La alimentación complementaria como su nombre lo indica es la alimentación en los lactantes que complementa la lactancia materna o en su defecto, a la lactancia con un sucedáneo de la leche materna.
Es un proceso muy importante que va más allá de qué y cómo introducir los nuevos alimentos, por eso es sumamente necesario recibir información científica y actualizada de un profesional antes de llevar a cabo su inicio.
¿Por qué es importante la alimentación complementaria?
De que su inicio y progreso sean exitosos van a depender varios factores en el desarrollo posterior del niño como por ejemplo preferencias alimentarias, desarrollo adecuado de los músculos de fonación y masticación y la adecuada regulación de hambre y saciedad.
A partir de los 6 meses de vida del bebé se torna difícil cubrir las necesidades nutricionales exclusivamente con leche materna y la mayoría de ellos ya ha alcanzado un desarrollo suficiente que les permite recibir otros alimentos.
Es por eso y con el fin de proteger la lactancia exclusiva los primeros 6 meses de vida que se plantea este momento como el adecuado para llevar a cabo el inicio de la alimentación complementaria.
Esto no debe suponer la finalización de la lactancia, pues la leche materna continúa aportando cerca de la mitad de los nutrientes en el niño entre los 6 y los 24 meses y cerca de un tercio de los nutrientes en el niño entre los 12 y 24 meses además de factores protectores que no los brindan los alimentos complementarios.
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¿Cómo debe ser la alimentación complementaria?
La alimentación complementaria debe ser variada, asegurándonos de que se incluyan desde el inicio alimentos de todos los grupos.
Los 5 sabores básicos deben estar presentes, además debe existir un ambiente adecuado donde el niño esté cómodo, acompañado y lejos de distractores para que pueda interactuar con los alimentos, lo que favorece su relación con los mismos y su aceptación.
Es importante saber que es muy frecuente que los bebés inicialmente rechacen algunos sabores y es solamente con la exposición continua a los mismos como se logra que los acepten, por lo tanto, hay que ofrecerlo las veces que sean necesarias hasta que acepte dicho alimento.
Con el inicio de la alimentación complementaria, se inicia también el consumo de agua natural potable que puede acompañar a los alimentos, siendo muy importante en la alimentación complementaria.
De igual forma, se desaconseja por completo el uso de azúcar añadida o cualquier endulzante incluso natural al menos hasta los 2 años de vida.
El uso de sal para las preparaciones de alimentos y de forma racional se considera aceptable a partir de los 12 meses y no antes.
De esta forma el bebé conocerá y probará los alimentos con su sabor original, aspecto clave en el desarrollo posterior de sus preferencias alimentarias.