Muchos son los mitos que se tejen alrededor del consumo de leche de vaca en niños de primera infancia.  

Algunos la acusan de causar enfermedades y de no ser necesaria en la alimentación humana pero lo cierto es que la leche es un alimento rico en proteína, grasa, carbohidratos. 

Además la leche tiene vitaminas y minerales, todos fundamentales para el crecimiento de tejidos y órganos, es por eso que su consumo en niños mayores de 12 meses proporciona beneficios nutricionales significativos. 

Por supuesto si  hace parte de una dieta equilibrada y si se siguen las recomendaciones de porciones adecuadas según la edad del niño.

Beneficios nutricionales de la leche

Entre los beneficios nutricionales de la leche encontramos que esta es una excelente fuente de calcio, es esencial para el desarrollo y el fortalecimiento de los huesos y los dientes en los niños en crecimiento.

La leche contiene proteínas de alta calidad, que son necesarias para el crecimiento y reparación de tejidos en el cuerpo.

Además del calcio, la leche de vaca es rica en vitamina D, que es importante para la absorción del calcio, y la Vitamina B12, necesaria para la salud del sistema nervioso.

La leche de vaca también contiene ácido fólico, que es fundamental para el desarrollo adecuado del sistema nervioso en los niños pequeños.

Otro de los beneficios nutricionales de la leche es que esta es una bebida hidratante y puede contribuir a mantener a los niños bien hidratados.

También debemos mencionar que la leche puede ayudar a los niños a sentirse llenos y satisfechos, lo que puede contribuir a un mejor control del apetito y a evitar el consumo excesivo de alimentos poco saludables.

Cómo se debe consumir la leche

La recomendación del consumo de la leche, está entre 2 y 2,5 porciones  o sus derivados durante el día según la edad del niño, es decir que debe hacer parte de la dieta pero no debe ser su único componente.

Es común que los padres al escuchar mitos acerca del consumo de la leche de vaca intenten reemplazarla por las mal llamadas ¨leches¨ vegetales que en realidad son bebidas de origen vegetal: almendras, arroz, avena, etc. 

Estas no pueden reemplazar el contenido nutricional de la leche de vaca y por lo tanto no está recomendado que hagan parte de la dieta de un niño pequeño. 

Así pues, si tu hijo toma leche de vaca, debe seguir consumiéndola en su justa medida y si no lo hace es una opción saludable que puedes incluir en su alimentación sin temor porque constituye una excelente fuente de nutrientes.

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