Hoy quiero enseñarte cómo la alimentación puede influir en el bienestar emocional de tu hijo, ya que es muy frecuente que en nuestro diario vivir relacionemos la comida con sentimientos positivos o negativos evocando recuerdos o experiencias vividas en torno a esta.
Estos recuerdos o experiencias se crean a partir de varios factores, entre ellos: la calidad de los alimentos y el ambiente o circunstancias que rodean el momento de la alimentación.
¿Cómo es el proceso de alimentación de tu hijo?
Los niños desde el inicio de la vida están guardando información con respecto al momento de la alimentación: ¿cómo lo viven? ¿Es tranquilizador? ¿Hay mucho estrés?
¿Hay presiones? ¿Está la familia reunida? ¿está solo/a? ¿Las conversaciones son amenas? ¿hay exposición a pantallas? ¿En general es un momento agradable o por el contrario el peor momento del día?
Todos estos son factores que pueden influir positiva o negativamente en las emociones de un niño a través de la alimentación.
Un ambiente agradable y tranquilizador influirá positivamente en la relación del niño con los alimentos, asociando este momento a emociones positivas.
Por el contrario un ambiente hostil reforzará conductas inadecuadas, dificultades alimentarias y a futuro problemas de conducta de la alimentación.
La calidad de los alimentos influye
Con respecto a la calidad de los alimentos, los estudios han demostrado que un adecuado consumo de frutas y verduras influye de manera positiva en la salud mental del ser humano.
Esto no es de extrañar porque los micronutrientes contenidos en este tipo de alimentos, tienen múltiples funciones entre ellas la regulación de neurotransmisores a nivel cerebral involucrados en las emociones.
Además tienen un efecto benéfico en la microbiota intestinal que también está involucrada en la regulación de varios de estos neurotransmisores, además de otras funciones que hacen que al estar la microbiota sana tengamos menos riesgo de trastornos como depresión y ansiedad.
Por el contrario, un alto consumo de productos ultraprocesados se ha asociado a mayor inflamación, alteración de la microbiota entre otros problemas que pueden aumentar el riesgo de trastornos psiquiátricos.
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No solo es la calidad de los alimentos
Por lo descrito anteriormente es importante tener en cuenta que no solo la calidad de los alimentos que brindamos a nuestros hijos sea la mejor, si no que el momento de alimentarlos sea agradable y con esto me refiero a que ojalá se comparta en familia.
Las conversaciones deben ser agradables, las pantallas estar lejos y apagadas, no deben haber presiones de ningún tipo y por supuesto, recuerda siempre darles el mejor ejemplo para que tengan a futuro una sana relación con la comida.