Desayunar es un hábito saludable que debe fomentarse desde la infancia, su importancia es total para tu hijo/a. 

Al ser la primera ingesta después del ayuno nocturno se convierte en una comida muy importante.

Los estudios han demostrado que los niños que desayunan, tienen menor riesgo de padecer obesidad, enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión, diabetes, trastornos de los lípidos, etc). 

La importancia del desayuno también está en que posibilita un mejor rendimiento escolar, mejores niveles de micronutrientes como hierro, calcio, folatos y zinc, entre otros beneficios, siempre y cuando el desayuno sea SALUDABLE.

¿Qué es un desayuno saludable?

Existen 3 criterios para definir un desayuno saludable y de calidad:

  1. Regularidad del hábito: es decir llevarlo a cabo diariamente 
  2. Aporte energético: que la energía que aporte sea a partir de alimentos nutritivos
  3. Calidad nutricional: que incluya alimentos de varios grupos

El desayuno saludable debe ser variado, completo, equilibrado y satisfactorio. 

No existe un desayuno ideal si no que hay multitud de combinaciones que deben adecuarse a las necesidades y circunstancias personales ( así como también geográficas y culturales). 

La inclusión de alimentos de grupos diferentes es importante porque se complementan y ayudan a que esta comida sea más apetecible. 

En un desayuno saludable deben incluirse al menos 3 grupos de alimentos principales que podrían ser: un cereal entero/integral, una fruta, un lácteo u otra fuente de proteína, sin embargo, las combinaciones pueden variar, incluyendo también vegetales y grasas saludables.

En un desayuno saludable deben evitarse los alimentos de alto contenido calórico y baja densidad nutricional, que simplemente aportan calorías, grasa, sodio o azúcar en exceso a la ingesta total del día. 

Un ejemplo común son los mal llamados cereales para el desayuno y bebidas achocolatadas cuyo contenido de azúcar es alto y su consumo frecuente se convierte en un factor de riesgo para obesidad y enfermedad cardiovascular. 

¿Cómo crear el hábito del desayuno? 

El desarrollo de los hábitos de alimentación es complejo y está influenciado por las creencias y actitudes hacia la alimentación del entorno cercano. 

Los niños aprenden los hábitos de alimentación familiares, así como los de sus cuidadores y amigos. 

Compartir el desayuno con la familia en niños en edad escolar se asocia con mayor consumo del desayuno en adolescentes. 

A menudo en consulta los padres manifiestan que el niño o adolescente no desayuna porque debe salir muy temprano de casa y esta no debería ser una excusa. 

El hábito debe crearse paulatinamente, iniciando con un solo alimento e ir introduciendo al menos un grupo por semana hasta lograr un desayuno completo diario antes de salir de casa, recordando siempre que el ejemplo que damos nosotros como adultos es lo más importante. 

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